Me encanta las libretas.
Podría tener cientos de ellas, grandes, pequeñas, cuadriculadas, lisas, con muchas páginas, sin gusanillo,... de ahí cierta perdición a comprar y acumular alguna que otra. En la oficina siempre llevo varias en rueda, porque veo de repente otra que me gusta más y luego no puedo esperar a terminar la que ya estoy utilizando.
Quizá debería haber empezado diciendo: Me encanta estrenar libretas!!!
Cuando era pequeña, en el cole, me encantaba el principio de curso cuando estrenabas todo ese material nuevo, con ese olor tan especial que seguro todas recordáis. Y ese momento en el que te quedaban tres páginas para terminar la libreta y que sabías que en unos días ibas a tener un nueva libreta, con todas las páginas en blanco... genial, ¿no? Bueno, y diréis a que viene todo este royo... pues nada, que tenía unas libretas que compré en una tienda de chinos, negra con las hojas lisas, y como quería hacer un regalito a una compañera de trabajo que cumplió años, pues aquí os dejo el resultado...
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